Calafate de rosas
Calafate
de rosas
Desde un eco
de Dolors Alberola
He
visto tantas olas que ya no sé sus nombres
y
los esbeltos faros son mis ojos
que
en la noche ven crótalos, tan limpios
como
un día de poniente y rosa en calma
con
vuelos de gaviotas por flecos de las luces.
Claveles
y olas verdes tras niños que se elevan
con
cantoras cometas y barquillas de corcho.
Sigo
buscando un bosque de agua dulce,
el
manantial de sal y caracolas
que
ilumina la tarde, ya perdida
por
azules del cielo y en los labios del mar:
la
rosa terrenal que nada entre las islas.
Me
acercas a mis playas, mareas vivas renuevo,
reflejas
en mis ojos la luz recién nacida.
Aún
existe un tiempo varado en la azotea,
perdido
en bulevares y orillas lubricanes,
malecones
de ratas y de astucias,
marinas
enfermizas con humos y alquitranes.
La
luz del mar existe, persiste entre los niños
descalzos
como peces, y en labios de la sal
entre
espumas y redes, desnudos los claveles
del
pecho en arreboles; vidente calafate
que
nombras a las olas y a mí me traes sus nombres.
Etiquetas: Poemas